Historias

Patagonia, por la Ruta 40

Salí de El Calafate una tarde fría y ventosa. La primera etapa era corta, hasta El Chalten a solo 200km. Por suerte, me esperaba Patricia Halvorsen en La Quinta. Allí aproveché para estudiar un poco el árbol genealógico de la rama Halvorsen de mi familia. Noruegos que llegaron hace 100 años para habitar esa zona del mundo.

Al día siguiente aproveché el viento calmo y cielo despejado para hacer las fotos obligadas del imponente cerro Fitz Roy (o Chaltén) Símbolo máximo de la Capital Nacional del Trekking.

Antes del mediodía ya estaba nuevamente en camino. El frío se hacía sentir. A120km cargué combustible en Tres Lagos y retomé la ruta 40. Me esperaban unos 170km, en su mayoría de ripio, hasta Gobernador Gregores. Uno de los pocos tramos donde se pueden ver kilómetros de la ruta original. No por mucho tiempo, ya que se ven maquinas trabajando en su pavimentación.

Desde allí, una parada en Bajo Caracoles para llenar los tanques de combustible, y a las 20:30 estaba cenando en Los Antiguos, a orillas del Lago Buenos Aires. En otro viaje, por la Carretera Austral, había recorrido el lado chileno del mismo lago,  llamado en el país vecino General Carrera, y sus famosas Catedrales de Marmol.

Al norte continuaría la estepa patagonica,  la ruta 40 se aleja de la cordillera, sin mucho para ver mas que campo y mas campo. Cada tanto alguna manada de guanacos o algún zorro colorado. Cientos de kilometros que parecen interminables.

A medida que me voy acercando a Esquel, comienzo a ver nuevamente las montañas y el verde. Ya se hace de noche y arribo a Lago Puelo, en la llamada Comarca andina del paralelo 42. Son varios pueblos, con poca distancia entre si, y características similares. Un lugar de ensueño que no para de crecer.

Dos días de descanso, asado de por medio, y un buen descanso me preparan para seguir. La ruta 40 entre El Bolsón y S.C. de Bariloche está entre mis tramos preferidos. Son apenas 120km de curvas, subidas y bajadas entre paisajes espectaculares.  En dos horas paro a cargar combustible y continúo por el Circuito de los siete lagos hasta Villa la Angostura, donde me esperan otros Halvorsen, Eduardo y Margaret, y una comida reconfortante. Sigo disfrutando los paisajes (y el buen clima) hasta San Martin de los Andes, donde hago noche.

La mañana siguiente amanece fría, pero con cielo despejado. Será un día ideal para viajar. A medida que la temperatura va subiendo, siento que, de a poco, voy dejando la Patagonia. Pero todavía falta. Siempre que puedo, me desvío de la 40 hacia algún camino secundario, donde los hay, mas cercano a la cordillera.

Así, desde Junín de los Andes, tomo la ruta 23 con dirección a Villa Pehuenia. Bordeando el rio Aluminé. Desde acá, las rutas 21 y 26, pasando por  Loncopue hasta Caviahue, famoso en estos tiempos por la actividad del volcán Copahue. Una maravilla que muchos argentinos desconocen por sus efectos benéficos en las termas de la zona.

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